Kylie Minogue, Madonna, 107 Faunos y la antigüedad del gesto

Somos feos pero tenemos nuestras canciones
que nos ayudan un poco y ayudan a los demás.

Andrés Calamaro

 

 

Recién lavaba los platos escuchando las Abbey Road Sessions de Kylie Minogue y pensé algunas cosas.

Kylie Minogue me gusta más que Madonna. ¿Es mejor Kylie que Madonna?

Kylie es todo lo que Madonna podría ser si no viviera bajo la cruel dictadura del gesto.

Madonna está condenada a ser transgresora, igual que esas bandas que hacen siempre videos “copados”.

Madonna forjó su figura en base a la transgresión y toda su carrera se basa en romper alguna regla.

Eso la puso en ese lugar peligroso que ocupa ahora, entre la genialidad y la autoparodia.

En el 2003, Madonna era una señora de 45 que se besaba con Scalabritney para ‘shockear’.

O el video ese de Guy Ritchie, ponele.

En fin, Madonna es una abonada a la incorrección tolerable, que siempre da medio vanguardia.

Kylie Minogue, mientras, tiene las piernas más lindas del mundo y siempre sonríe.

A diferencia de Madonna, no parece ver al pop como la vanguardia sino como un trabajo.

Es una go-go girl, tal vez la mejor de todas.

Esto no coarta sus posibilidades de expresión. Por ejemplo, su amigo Nick Cave trabajó con ella.

Nick Cave es un poeta torturado y tóxico, un junky solemne. Es un artista serio y lo respetamos.

Madonna será muy arty pero Nick Cave no la llamó nunca. Madonna sólo graba con sus pupilos y sus epígonos.

Eso es porque Madonna está atada al gesto. Y el gesto empequeñece la obra.

El gesto es, de hecho, la obra.

Las vanguardias son aburridísimas colecciones de gestos, es decir, de obras mínimas.

El gesto necesita explicación. Y por eso falla.

Esto que pensé me sirvió para volver a la entrevista que le hizo Panessi a los Faunos y que no me gustó.

A mí me gustan mucho las canciones de los Faunos pero sus declaraciones me jodieron.

En la nota, los Faunos salieron a decir algo, a decir un montón de cosas, pero básicamente que son distintos.

“¿Quiénes son los 107 Faunos?”

“Somos los más incorrectos de todos, siendo políticamente correctos. Las formas que elegimos están un poco fuera de lo masivo. Hacer algo profesional de esa manera es incorrecto.”

“La nuestra no es una banda hipster”

“Fue el sueño de tener una banda, tocar en un techo y hacer cualquier cosa. Arrancamos polémicos, sí.”

“No sé... empezamos escuchando Stereolab y de ahí para abajo. No es que arrancamos con Viejas Locas y después nos hicimos los exquisitos.”

Todos gestos, todo desmarque.

Y la clave: “Estamos lejos de calificar como vanguardistas, pero nos gustaría.”

Qué inesperado encontrar la palabra ‘vanguardia’ en esta entrevista, la verdad.

El problema con el camino del gesto es que está muy trillado.

Tirar Stereolab como marca de consumo exquisito, en la época de Internet, tampoco camina mucho.

Los Faunos también defienden “lo espontáneo”, obviando que se pasaron meses enteros grabando un disco.

En uno de los mejores estudios del país, además. Muy espontáneo grabar en ION.

Del disco no hablan en la entrevista. Y es una lástima porque es un disco buenísimo.

Es una lástima que no lo hagan por las canciones. Que su búsqueda sea el gesto en vez de la canción.

Porque así sus canciones se deslucen, por más buenas que sean.

Terminan haciéndole el juego a los que los critican por cantar desafinado.

Criticarle a alguien que desafina es tan demodé como desafinar a propósito.

El primer gesto de la historia del arte no tardó ni cinco segundos en parecer de mil años de antigüedad.

En el futuro escucharé todos los discos que saquen los Faunos y no leeré ni una de las entrevistas que les hagan.
Como dice Calamaro, "será por pura dedicación a la canción".